lunes, 26 de febrero de 2018

Los 30 bolsos más famosos de todos los tiempos (y sus precios)

"¿Por qué las mujeres necesitáis tantos bolsos? ¡Con uno basta! Metes todos tus chismes en él y ya está", dice el novio de Andy en la película El diablo viste de Prada. Quienes sienten veneración por el clásico accesorio han tenido que escuchar comentarios como éste más veces de las que les gustaría. Para ellos es casi imposible evitar contestar que "no se trata de la utilidad, sino que un accesorio es una pieza icónica para expresar tu identidad" (amén, Rich Sommer). El bolso que muchas llevan a la oficina repleto hasta los topes de anotaciones, cachivaches tecnológicos y cosméticos para sobrevivir a la jornada laboral poco tiene que ver con ese clutch de lentejuelas con el que completan su look de sábado noche y en el que a duras penas caben el móvil y la tarjeta de crédito. Por eso no es de extrañar que la demanda de bolsos haya crecido un 6,6% a principios de este año en España, según datos de Stylight.
infografía bolsos


Lady Dior

Lady Dior

Arriba, Carrie Bradshaw con su Baguette de Fendi
Arriba, Victoria Beckham con uno de sus (muchos) Birkin, en 2009 en Londres
Hay tanto que decir sobre el bolso más aclamado, icónico y caro de la lista que podría dar para todo un artículo por sí mismo. La leyenda comienza en 1981, cuando la cantante y actriz inglesa Jane Birkin coincide a bordo de un avión con Robert Dumas, presidente de Hermès por entonces. La conversación gira en torno al Kelly que porta la cantante, hasta que ella misma termina esbozando un boceto de una versión más funcional y práctica del modelo. Unos años más tarde, en 1984, nace el Birkin. Diseñado por una celebrity, el bolso estaba destinado a causar gran represión mediática: desde Lady Gaga, que garabateó "Amo a mis pequeños monstruos, Tokyo" con permanente negro en la inmaculada piel de un Birkin blanco; a la hija de Clint Eastwood que regaló a su novio Tyler Shields un Birkin de piel de cocodrilo valorado en 100.000 de dólares para que pudiera destrozarlo en nombre del arte.
















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